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Autor: JULIAN ROBLES IBARRA
JULIAN ROBLES IBARRA (2020)
A lo largo del siglo XVIII, el llamado Septentrión Novohispano fue escenario de violencia casi permanente. Los conflictos y rebeliones indígenas que afectaron la región se incrementaron a partir de la segunda mitad de dicho siglo.
De los diversos grupos autóctonos que en esa época poblaban Sonora, los trashumantes seris fueron considerados entre los más problemáticos y belicosos por las autoridades hispanas. Las múltiples insurrecciones que protagonizaron fueron combatidas – en un principio – por las fuerzas militares disponibles en la región, es decir, tropas de presidio y milicias. Con el paso del tiempo, estos efectivos resultaron insuficientes para acabar de forma definitiva con la amenaza seri.
Para mediados del siglo XVIII, los seris o “comcaac” - como ellos mismos se denominan - lograron establecer una alianza con miembros de la etnia pima. Ambos grupos habían sido enemigos tradicionales por largo tiempo, sin embargo, con este entendimiento, los seris pudieron concentrar sus esfuerzos bélicos contra los pobladores y efectivos castrenses novohispanos presentes en la región.
Un elemento adicional que permitió el alzamiento armado de los seris y pimas, fue la ventaja estratégica que ofrecían las montañas que conformaban el llamado “Cerro Prieto”. En estas alturas, los sublevados encontraron refugio, alimento, agua y materiales necesarios para mantener su rebelión.
Esta situación llamó la atención de las autoridades hispanas quienes, en 1766, finalmente organizaron una expedición militar a gran escala como “escarmiento ejemplar”.
A partir del contexto anteriormente expuesto se plantea el tema de esta tesis. La idea central es el análisis de la campaña del “Cerro Prieto”, llevada a cabo entre los años 1767 a 1771, y organizada por las autoridades hispanas – en gran medida gracias al impulso del visitador don José de Gálvez – en contra de los sublevados seris y pimas refugiados en este macizo montañoso.
El planteamiento se hace desde la óptica teórica planteada en la llamada “Nueva historia militar”. En la introducción se explica cómo, tradicionalmente, la historia militar había centrado su interés en los aspectos relacionados con los grandes líderes, generales o gobernantes que habían dejado huella en el campo de batalla. Asimismo, por tradición, se estudiaba la relación entre estrategia, táctica, objetivos y resultados con una óptica “desde arriba”. La “nueva historia militar” propone, por el contrario, un acercamiento a lo social, a lo humano. Se plantea la idea de analizar los aspectos culturales, económicos, sanitarios, de sufrimiento, entre otros. Al mismo tiempo, se trata de “visibilizar” a los actores que habían sido secundarios en la historia militar tradicional: soldados y civiles.
El análisis de la campaña del “Cerro Prieto” no sería posible sin antes comprender el contexto regional e internacional que provocó su organización. De esto se da cuenta en el primer capítulo. Aquí se explica, de forma sucinta, los aspectos que tienen que ver con la “situación geopolítica imperante en la segunda mitad del siglo XVIII”. Por un lado, las preocupaciones españolas por proteger su “dilatado” imperio de la amenaza inglesa, pesaban fuerte en el ánimo y decisiones que se tomaban desde la corte de Madrid. Por otro lado, un aspecto que afectó el ánimo español fueron las desastrosas consecuencias que sufrió España al término de la “Guerra de los Siete Años”. Este conflicto europeo – en ocasiones calificado como una verdadera primera guerra mundial – involucró a los principales imperios continentales de la época, como Prusia e Inglaterra por un lado o Austria, Francia y España por el otro. Este conflicto afectó a dichos imperios y sus colonias. La pérdida de los territorios franceses en Canadá significó un desequilibrio en el balance de poder en América. En efecto, España se veía ahora, más que nunca, amenazada por la expansión inglesa desde el norte y desde el este de América. A esto se sumaba el impacto emocional y estratégico que significó para la Nueva España, la ocupación temporal de Cuba por parte de las tropas inglesas. Este hecho en particular evidenció la falta de preparación para la defensa de los territorios hispanos.
En este marco internacional se da la visita de un personaje que, con su voluntad e ímpetu, cambiaría muchos de los aspectos administrativos y militares de la Nueva España. Enviado especial del rey, con poderes extraordinarios, Don José de Gálvez será recordado, entre otras cosas, por ser el artífice en la implementación de las llamadas “Reformas Borbónicas” en Nueva España y ser el principal impulsor de la “Campaña del Cerro Prieto”. Esta campaña se planeó como respuesta definitiva al problema de la sublevación seri.
Mas adelante, en este mismo capítulo, se describe la sublevación seri y su intención de refugiarse en el “Cerro Prieto”. Escondidos en sus cañones y “escabrosidades” los indígenas sublevados se convirtieron en una amenaza interna que debía ser eliminada. Para poder enfrentar a un posible ataque británico, era necesaria la pacificación interna del septentrión novohispano.
Tesis de maestría
CIENCIAS SOCIALES Rebeliones indígenas Historia militar Campañas militares Historia Siglo XVIII